Cómo dar un buen brief a Alva.
La calidad de las respuestas de Alva depende, casi en su totalidad, de la claridad y precisión de tus preguntas.
Alva procesa los datos que le proporcionamos sin la capacidad de comprender intuitivamente los matices que un humano captaría de forma inmediata. Sin un brief sólido, lo que obtenemos es una interpretación de “mejor esfuerzo” que puede no alcanzar el objetivo deseado.
Sigue estas 5 recomendaciones para asegurarte de que tienes un buen brief.
1. Tu empresa
Explica de forma detallada quién eres, qué haces, cómo y por qué.
No es casualidad que cuando hablemos de empresas, lo hagamos también de “personas jurídicas”. Y, como las personas, cada una tiene su estilo y su personalidad. Su dimensión, sus valores, su posicionamiento, el ámbito geográfico y funcional de su actividad…
Todos esos factores de tu empresa (o tuyos, si es un proyecto personal) son relevantes a la hora de crear el entorno en el que Alva va a desarrollar su recomendación.
Un truco: copia y pega la descripción que tienes en tu página web.
2. Tu necesidad
¿Cómo podríamos…?
Alva está pensada para ayudarte a crear ideas que den respuesta a una pregunta que te estás haciendo. Que te permitan resolver un reto, o aprovechar una oportunidad.
La clave es ser “single minded”. Asegúrate de que hay un reto u oportunidad, y no varios. Es preferible que hagas varios proyectos, cada uno explorando un reto u oportunidad, para obtener los mejores resultados.
No incluyas la solución , como parte de la descripción del problema (p.e. “cómo podríamos incrementar las ventas mediante una campaña de captación en redes sociales”).
3. El contexto
Ayúdale a entender el por qué de tu interés o preocupación, y los condicionantes relevantes.
Sin un contexto claro, Alva podría no captar la dirección exacta de lo que necesitamos.
Imagina que quieres pedirle ayuda a alguien en la calle para encontrar una tienda. Si solo dices “¿Dónde está la tienda?”, la persona puede confundirse: ¿te refieres a una tienda de ropa, de alimentos, o algo completamente distinto? Si explicas que estás buscando una tienda de ropa en el centro, la persona puede guiarte mucho mejor. Con la IA pasa algo similar: el contexto le permite "entender" mejor tu necesidad.
La IA no “piensa” como un humano, pero funciona mejor cuando le damos detalles específicos o explicamos en qué contexto estamos formulando la pregunta.
4. El proyecto
¿Qué necesitas ahora?
¿Qué es factible que pueda crear Alva para ti ahora, para ayudarte a resolver el problema o explorar la oportunidad que te interesa?
Un ejemplo: Alva puede generar ideas que te ayuden a reducir el absentismo laboral en tu empresa, pero no puede “crear un plan laboral” que regule la relación entre empleados y empresa.
El objetivo de Alva no es crear un contenido específico, sino aportarte ideas que te ayuden a dar respuestas novedosas a retos u oportunidades.
5. Los usuarios
¿Para quién es esta nueva idea?
¿Quién va a ser el destinatario de estas nuevas ideas? Pueden ser tus clientes actuales. O un nuevo perfil de cliente. Pueden no ser un cliente propiamente dicho, sino un público objetivo determinado, como los empleados de la empresa, para un proyecto de comunicación interna. O los alumnos de un instituto si lo que estamos es explorando nuevas ofertas de ocio para estudiantes.
Sea quien sea el potencial usuario de estas nuevas ideas, Alva necesita conocer el mayor número posible de detalles, para elaborar una propuesta relevante.
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